lunes, 18 de marzo de 2013

TRAFICANTES DE ULTRASONIDO


Traficantes de ultrasonido
Lenin Fisher

Más que preocupante es la denuncia hecha por el Dr. Marvin Gutiérrez, presidente de la Asociación Nicaragüense de Radiología e Imagen (ANRI), acerca del “tráfico de ultrasonidos”.

En realidad, no es un problema nuevo.  Ha sido vox populi que muchos colegas médicos, en diferentes lugares del país, realizan ultrasonidos de muy mala calidad a bajo precio. Algunos médicos generales o especialistas han asumido como suficiente un “entrenamiento” de 2 ó 3 meses para entrar en el mercado.

Al parecer, la máxima de algunos galenos es la misma que la globalización neoliberal dicta: el mercado es libre; sin reglas; sin control; sin regulación.  El mercado con su mano invisible lo abarca todo, lo corrompe todo.  La medicina incluida. Competencia y mercado son dos palabras de moda.  Se compite contra los demás a cualquier costo.  No importa si es invadiendo el campo profesional y especializado de los demás.  La crisis económica y los bajos salarios son el caldo de cultivo de todas las iniciativas para ganar más dinero.  Médicos que irrespetan e invaden a la especialidad de Radiología (Imagenología es un término más amplio porque ahora ya no sólo se usan los rayos X para diagnosticar enfermedades, sino que también se usa ultrasonido, campos magnéticos, ondas de radiofrecuencia, isótopos, etc).  La ética vale menos que el dinero.

Dinero, que es la medida de todas las cosas y de todas las almas.  En la búsqueda compulsiva del dinero se menosprecia a la Radiología.  Cuando para ser un buen radiólogo se necesitan por lo menos de 3 a 4 años de estudio y entrenamiento continuo.  En cualquier hospital del mundo que se considere serio y moderno, la Radiología es considerada valiosa porque es como el faro delantero de una locomotora, que guía en influye en las decisiones terapéuticas y por lo tanto en la vida de  los pacientes.

Ninguna especialidad médica es menos que otra.  Todas son importantes.  Ninguna sustituye a otra.  Todas se complementan.  El manejo multidisciplinario de los pacientes así lo exige en la práctica médica moderna.  De la misma manera que el empirismo no debe ni puede ser promovido en especialidades como Cirugía o Dermatología, tampoco debe ser impulsado en Imagenología.  Perderían el paciente, la Medicina y Nicaragua.

Como Radiólogo, yo respeto por ética, el campo de trabajo de los médicos generales y de los especialistas.  Esa misma actitud yo espero de mis colegas médicos hacia mi especialidad.  Ese tipo de respeto debería ser promovido por todas las asociaciones médicas locales, regionales o nacionales.  A su vez, la ANRI debería publicar el listado de todos los Radiólogos que estamos legalmente reconocidos como tales.

La institucionalización del Colegio de Médicos y Cirujanos es cada día más necesaria.  Sería muy útil para impedir el tráfico de especialidades (llámense cursos por cuenta propia, diplomados, cursillos, etc.).  Sin embargo, no podemos olvidar que en Nicaragua se trafica con todo: influencias, ilegales, drogas, niños, blancas, armas, medicinas, dinero y quizá hasta órganos.

Recuerdo muy bien la frase de uno de mis maestros de Epidemiología: “El gremio médico es el gremio más desunido”.  Tan lapidaria como cierta.  Casi infinita es la cantidad de agrupaciones médicas en el país.  Existen asociaciones, sociedades, academias, etc.  ¡Casi imposible es la unificación del gremio!  Vale la pena preguntarse porqué.  Hay intereses de por medio, como en todo.  Algunos dicen que las diferencias políticas e ideológicas influyen.  Puede ser.  No pocos grupos dirigentes hacen de las agrupaciones cuasi-feudos.  Ahí también existe  caudillismo, continuismo y re-eleccionismo.

Otros temas deberían ser abordados seriamente.  Las malas condiciones materiales para el entrenamiento de los residentes de Radiología.  Falta de Radiólogos docentes acreditados y pagados por las Universidades nacionales.  La sobrecarga de los postgrados sin suficientes docentes y equipos.  Radiólogos que actúan como subcontratistas en empresas privadas y violentan los derechos de los Radiólogos subcontratados.  La venta de estudios sin fotos (imágenes) en la práctica médica privada de forma frecuente sin justificación técnica o logística.  El respaldo efectivo de ANRI a los Radiólogos despedidos injustamente en instituciones públicas o privadas.  Instituciones que establecen categorías arbitrarias para pagar a los Radiólogos (a unos en porcentajes y a otros con salarios fijos ridículos), estimulando así una brecha en expansión continua.  Empresas que reducen los porcentajes de ganancia de los radiólogos e imponen salarios fijos bajo amenaza de despido.  Centros de imágenes diagnósticas o colegas que usan la coima (mordida o comisión), para asegurar que les refieran pacientes.  La manipulación de mensajes religiosos en los formatos de solicitudes de exámenes para inducir a la aceptación de la coima.  Hospitales que venden radiografías, como servicio privado, sin el correspondiente informe de un radiólogo.

La voluntad de abordar el problema por parte de ANRI y el Ministerio de Salud es un buen signo.  No puede permitirse más el tráfico de ultrasonidos. Nuestras autoridades de la salud pueden ayudar mucho.

Queramos o no, este problema es parte de las ideas ampliamente difundidas de que el mercado lo determina todo.  Que la compra y venta de mercancías, de bienes y servicios, es totalmente libre.  Es parte de la aceptación tácita de que el libre mercado es libertinaje selvático y voraz.  Donde no hay límites éticos que regulen la competencia entre prójimos, perdón, colegas.  Partiendo de tal sustrato,  muchos ciudadanos, profesionales o médicos, conciben que su labor tiene unicamente un fin: ganar cada vez más dinero, sin importar los medios, porque éstos están de antemano justificados.

Concluyendo, es tiempo de que en la práctica de la Medicinahumanística, la tal mano invisible del mercado, expresada en el tráfico anti-ético de ultrasonidos, comience a ser por lo menos detenida y regulada.

1-. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua. 17 de octubre de 2003; p 8

2-.Antisistémico. Universitaria. León, Nicaragua. 2006: 224

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