Asociaciones médicas,
revolución, golpismo y covid-19
Lenin Fisher
En las asociaciones médicas
del país siempre han existido personas interesadas en que tales agrupaciones
asuman una labor política y partidaria. Algunos lo disimulaban; otros actuaban
para que las juntas directivas estuviesen controladas por personas con
ideología de derecha; en consecuencia, trataban de aislar a los colegas con
ideas de izquierda. Para neutralizar a los médicos revolucionarios se decía que
las asociaciones médicas eran apolíticas y apartidarias; y que sus fines eran
gremiales, académicos y científicos. Un sector de médicos con ideología de
derecha miraba al colegio de médicos y cirujanos como un potencial organismo
que podía jugar un rol de partido político.
Pero en efecto, ni
las asociaciones, sociedades o colegios médicos deberían actuar como partidos
políticos. Los médicos que desean participar en política, están en todo su
derecho constitucional; pero para eso están los partidos políticos. En
Nicaragua existen 19 partidos políticos de las distintas ideologías. Todos
tenemos derecho a ser electos y a elegir.
Todas o la mayoría de
las asociaciones médicas existentes en el país; o bien, todas o la mayoría de
las juntas directivas de las mismas; apoyaron públicamente o por omisión el
golpe de Estado blando iniciado en abril de 2018 contra un gobierno
constitucional y electo por la mayoría del pueblo; golpe suave que fue derrotado
en el mes de julio de 2018 y que dejó entre 200 y 250 muertos, 1300 millones de
dólares en pérdidas materiales, 150 mil desempleados y crecimiento económico perdido
entre 2018 y 2021 de más de 28 mil millones de dólares. En efecto, existe más
de una razón para que todas o casi todas las juntas directivas de las
asociaciones médicas renunciasen; o bien, para que algunos miembros de las
directivas lo hiciesen.
Una asociación médica
publicó comunicados, en nombre de todas las asociaciones y sociedades médicas
del país, durante el golpe de Estado blando. Algunas asociaciones, por su
cuenta, también publicaron comunicados. Tales comunicados abundaban en noticias
falsas, tergiversaciones y manipulaciones de la realidad, que se extendieron a
las redes sociales y teléfonos celulares. Por otra parte, ninguna directiva, ni
tampoco grupos de asociaciones, se manifestaron en contra de tales comunicados.
Fue patética la transmisión en televisión de una protesta de médicos en la
rotonda Rubén Darío, en Managua, en la cual una galena dijo que lo hacían
porque el día anterior habían matado a un médico en León, lo cual no fue
cierto. La verdad fue que un joven sandinista resultó gravemente herido en la
cabeza porque lo agredieron manifestantes golpistas, en la entrada de la ciudad.
Asociaciones médicas
extendieron la campaña de noticias falsas a la pandemia del covid-19, como
parte de una campaña del miedo encabezada por un llamado comité científico, en
el cual están ex – candidatos a la vice-presidencia que obtuvieron menos del 2%
de los votos hace algunos años o directores de hospitales durante los gobiernos
neoliberales, que arrebataron derechos a trabajadores, incluyendo a los médicos
residentes. Durante 16 años de neoliberalismo ortodoxo se redujeron
drásticamente las plazas o cupos de médicos residentes (el FSLN entregó en 1990
un total de 270 plazas y recibió, en 2007, de parte del presidente Bolaños solo
87). Así, Nicaragua no pudo formar a 2500 médicos especialistas, aproximadamente.
Además, nunca las asociaciones
o sociedades médicas han reconocido públicamente los grandes avances en la
salud y la educación que desde 2007 hasta 2021 ha impulsado el presidente
Daniel Ortega Saavedra, durante los tres periodos en que ha sido elegido
democráticamente por los ciudadanos nicaragüenses.
En 14 años de
gobierno sandinista el presupuesto de salud se ha quintuplicado, el acceso a la
salud es gratuito, se han construido o se están construyendo más de 25
hospitales, decenas de casas maternas funcionan; el personal médico y
para-médico se ha duplicado, el equipamiento se ha modernizado, todos los
municipios del país tienen ambulancias, el número de consultas médicas y cirugías
se ha incrementado, la lucha contra la pandemia del covid-19 ha sido exitosa, entre
tantos avances, que bien merecen muchas páginas escritas.
Y porque no hay que
olvidar la historia debemos recordar que la historia de la medicina nacional
indica que fue en 1982-1983, en plena Revolución Popular Sandinista, que se
inició el proceso de formación de las especialidades médicas y quirúrgicas, con
certificación universitaria; antes de lo cual, los médicos tenían que viajar al
extranjero, becados o con sus propios recursos económicos, para poder
especializarse. Dicha iniciativa surgió del seno de la Dirección Nacional del
FSLN, se transmitió a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, luego al
Consejo Nacional de la Educación Superior y posteriormente el Ministerio de
Salud la concretó, siendo la UNAN-León la que inició la certificación
universitaria de los títulos de los nuevos especialistas. Sin olvidar que
también se extendió títulos universitarios a los maestros de generaciones, con
gran experiencia y conocimiento, así como a los médicos que se entrenaban de
forma teórica y práctica en hospitales de Managua y León, ejerciendo la labor
de médicos residentes, como era la costumbre hasta entonces, pero que no
obtenían un título universitario al final de su residencia médica.
En conclusión, la
politización y la partidarización de las sociedades y asociaciones médicas es
una realidad; pero que puede ser rectificada y superada, lo cual puede iniciar
con la renovación de las juntas directivas y asumiendo un papel constructivo
ante los innegables avances en salud que el país ha tenido, incluyendo el
enfrentamiento exitoso de la pandemia del covid-19. Porque la salud es el fin
de los médicos.
Managua, Nicaragua, 3 y 5 de mayo de 2021
Colegio Nicaragüense de Radiología
https://colegionicaraguenseradiologia.blogspot.com/2021/05/asociaciones-medicas-revolucion.html