lunes, 18 de marzo de 2013

TOMÓGRAFO NUEVO PARA LOS POBRES


Tomógrafo nuevo para los pobres


Lenin Fisher

El pasado 13 de septiembre sucedió un hecho relevante en la historia de la medicina y de la salud pública en Nicaragua: el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, encabezado por el Presidente Daniel Ortega Saavedra, inauguró oficialmente la instalación de un nuevo y moderno tomógrafo helicoidal multicortes en el Hospital Escuela “Antonio Lenín Fonseca Martínez” (HEALFM). (1,2,3,4)

Este es un hecho histórico porque desde que Godfrey Hounsfield hizo el planteamiento teórico de la tomografía a las sociedades científico-médicas inglesas, en 1971; o bien, desde que el primer tomógrafo computarizado, modelo Mark I, fue instalado en el Hospital Atkinson de Londres, en 1972, han transcurrido más de 35 años para que por primera vez en Nicaragua un hospital público (nacional o estatal), tenga un tomógrafo nuevo, o sea, “de paquete”. (1,2,3,4)

“El Lenín” es la manera en que el pueblo llama al HEALFM. Esa manera de llamarlo quizá sea el gran homenaje para un joven leonés, estudiante de medicina, habitante del histórico barrio de San Felipe (hermano del también héroe de la liberación nacional  William Fonseca), que se convirtió en héroe y mártir al dar su vida por la liberación del pueblo para revolucionar la sociedad nicaragüense en 1979.  Ese mismo año, G. Hounsfield y A. Cormack recibieron el Premio Nobel de Medicina por sus extraordinarios aportes científicos en la invención de la tomografía axial computarizada (TAC). La TAC revolucionó a la medicina.  El nuevo tomógrafo helicoidal del HEALFM revolucionará la atención médica en el sistema nacional de salud para beneficio de la gente pobre. (1,2,3,4)

En Nicaragua nunca se había visto que el sistema nacional de salud pública o como decimos, el Ministerio de Salud (Minsa), tuviera un tomógrafo nuevo. Hace unos pocos años, entre 2004 y 2006,  hubo un tomógrafo en el HEALFM, pero éste era usado, era un modelo viejito, presentó muchos problemas (se le dañaban las tarjetas con frecuencia) y no soportaba el ritmo de trabajo que el hospital exigía. En 1991, vino a Managua, el primer tomógrafo computarizado, traído por el Dr. Enrique Jiménez Quezada, tras el cual, poco a poco, vinieron otros tomógrafos a centros de diagnóstico u hospitales privados, lo cual significó un avance en la medicina nacional, mediado por el dinero, que la gente tenía o tiene que pagar para obtener una tomografía, según es la regla del mercado: o pagas o pagás. (1,2,3,4)


En los años duros de la guerra de 1980 a 1990, aún y cuando se contaba con un sistema nacional único de salud, no se pudo equipar a los hospitales con alta tecnología. Luego, los gobiernos neoliberales se encargaron de desarticular el sistema de salud despidiendo personal, recortando el presupuesto, facilitando la privatización parcial o total de diferentes tipos de servicios y en consecuencia la corrupción.  Las administraciones neoliberales llegaron hasta el absurdo de pedirle al pueblo que donara sábanas para los hospitales o de aceptar las “donaciones” de sábanas usadas en moteles (algo jamás visto ni siquiera durante los años más cruentos de la guerra, de la hiperinflación y de la escasez). (1,2,3,4)

Un tomógrafo nuevo en uno de los principales hospitales del Estado nacional es indiscutiblemente un hito; es por lo tanto, un mérito del gobierno actual. Ese sofisticado equipo marca Philips, “de seis cortes”, muy rápido, que permite realizar exámenes en pocos segundos, obtener imágenes bidimensionales y tridimensionales, capaz de detectar lesiones muy pequeñas y cuyo valor supera el medio millón de dólares, es parte de la donación hecha por Venezuela y el presidente Hugo Chávez Frías a través de los acuerdos de cooperación entre los pueblos firmantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), cuyo monto total es de 2 millones 800 mil dólares e incluye: varias clínicas médico-odontológicas móviles, electrocardiógrafos, gastroscopio y por si fuera poco, un resonador magnético que vale más de 800 mil dólares. (1,2,3,4)

En octubre se calcula que puede estar instalado el resonador, el cual, obviamente, será otro hecho histórico, sin precedentes, para los hospitales públicos donde la gente pobre es atendida. Desde ya podemos dar por un hecho que ese resonador magnético será el primero instalado en un hospital estatal, o sea, del Minsa. Tomógrafo y resonador nuevos terminarán con el penoso caso de la gente pobre que tiene que mendigar a través de los medios de comunicación para conseguir dinero y poder pagar un examen de tomografía o de resonancia magnética. El neoliberalismo nos estaba acostumbrando a esa escena trágica y a esa forma de libertad de expresión. Ambos equipos harán la gran diferencia entre la vida y la muerte; facilitarán y agilizarán el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes. (1,2,3,4)

Los exámenes con esas máquinas de alta tecnología serán gratuitos, lo que tendrá un impacto grandioso en la clase social pobre, que es la mayoritaria; esa misma clase pobre que fue llamada eufemisticamente “gente de escasos recursos”  “sectores vulnerables” “menos favorecidos”. Exámenes gratuitos. Sí, así como lo lee. Para eso pagamos impuestos y queremos ser beneficiados con nuestros impuestos. Durante estos primeros ocho meses de gobierno sandinista, el Minsa ha pagado más de 1 millón 300 mil córdobas a hospitales privados por  realizar tomografías o resonancias magnéticas, lo cual demuestra que si los impuestos son bien utilizados se puede pagar el costo de los exámenes gratuitos y darle mantenimiento adecuado a los equipos. (1,2,3,4)

Aproximadamente 15 días durará el entrenamiento para el personal técnico que manejará el tomógrafo; se tomarán todas las medidas necesarias para la seguridad del equipo ante los altibajos de la corriente eléctrica; luego, comenzaremos el trabajo arduo para ponernos al día; existe una larga lista de espera de pacientes que necesitan una tomografía; los resultados se verán muy pronto. (1,2,3,4)

Muy pocas veces he escrito sobre medicina y salud en esta página de opinión de El Nuevo Diario (porque no es mi tema preferido), pero hoy, no podía dejar de hacerlo porque la alegría me embarga. Si el 13 de septiembre quedará registrado como el día en que se entregó el primer tomógrafo nuevo a un hospital nacional, cuando se instale el primer resonador nuevo, el Gobierno, sencillamente, la va a partir. Así, con mucho gusto pago los impuestos para que la gente pobre se beneficie. (1,2,3,4)

Managua, Nicaragua, 19 de septiembre de 2007 

Referencias bibliográficas:

1.                 Fisher, L. Tomógrafo nuevo para los pobres. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua. 19-9-2007
2.                 Fisher, L. La revolución antineoliberal. Editronic. Managua, Nicaragua. 2009: 287
3.                 Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua. 2010: 316
4.                 Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua. 2011: 428


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e�%Eeip_�X�nte los dos primeros años de funcionamiento (abril 2008–abril 2010), el Ministerio de Salud no había firmado contratos de mantenimiento formal y sistemático con las compañías respectivas, a pesar de la existencia de los fondos de la cooperación venezolana a través de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (Alba) y las  empresas mixtas binacionales conformadas por Nicaragua y Venezuela. (4,5)


Son pocos los países latinoamericanos que tienen una política nacional de selección y uso de tecnología de la salud, incipiente o declarada, de acuerdo al VIII Informe de la Situación Sanitaria Mundial (6). Nicaragua no es la excepción.

Referencias bibliográficas:

1. Montalván, J. H. Breves apuntes sobre deontología médica e historia universal de la medicina. Hospicio. Universidad Nacional Autónoma. León, Nicaragua. 1960. 231
2. Espinosa Rodríguez, L. J. Contribución a la historia de la radiología en Nicaragua. Bolsa Médica.  No. 25; Sept. 1995: 3-9
3. Corea Fonseca, E. Historia de la medicina en Nicaragua. La Prensa. Managua, Nicaragua. 2000: 296
4. Fisher, L. Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua, Nicaragua. 2010: 316
5. Fisher, L. Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua, Nicaragua. 2011: 428
6. Bolsa Médica. Radiología: un costo que vale la pena invertir. No. 9; May. 1994: 22
7. Bolsa Médica. Tecnología médica en Nicaragua. No. 6; Feb. 1994: 8-12


Managua, Nicaragua, 19-5-2012.

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