sábado, 30 de septiembre de 2023

PRIVATIZACIÓN DE LA SALUD EN NICARAGUA

 

Privatización de la salud en Nicaragua

 

Lenin Fisher

 

Los gobiernos neoliberales de los presidentes Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños impulsaron, en Nicaragua, entre el 25 de abril de 1990 y el 9 de enero de 2007, la privatización de los servicios públicos, incluyendo la salud pública, es decir, la atención médica en los hospitales del país.

 

Este hecho tuvo consecuencias desastrosas en la salud del pueblo nicaragüense, especialmente entre la gente pobre, la cual tenía que pagar para recibir atención médica o quirúrgica, lo que provocó que muchas personas se alejaran de los hospitales y las cifras oficiales de mortalidad fueran influenciadas por el sub-registro. Se ha señalado la necesidad de elaborar un libro blanco sobre los efectos en la salud y la vida de los nicaragüenses de las medidas de “austeridad” y restricción de la inversión social orientadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La privatización neoliberal fue aplicada y defendida por altos funcionarios gubernamentales, tecnócratas y políticos sin conciencia social, ni patriotismo, muchos de ellos graduados en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) y con estudios en Estados Unidos y Europa.

 

Pues bien, en la práctica hubo desabastecimiento de materiales, equipos y medicamentos en los hospitales públicos. El abastecimiento existente era priorizado para las áreas de servicios privados. El paciente que no podía pagar tenía que esperar su turno en las grandes listas de espera. Para ser operado el paciente o los familiares debían pagar en efectivo grandes cantidades de dinero, por ejemplo: de 400 a 500 dólares por una cirugía de hernia inguinal o apendicitis. De 700 a 800 dólares para una operación de la vesícula biliar. Entre 1000 y 2000 dólares por una cirugía de un hueso, como el fémur, fracturado. Las cirugías neurológicas eran las más caras, pues los precios podían ser de 8000 dólares, 12 mil dólares o hasta 25 mil dólares por una cirugía del cerebro o la médula espinal. Una cirugía renal o prostática podía costar entre 900 y 1500 dólares. Los pacientes pobres realmente tenían que cruzar el Niágara en bicicleta, como canta Juan Luis Guerra y 4-40.

 

Esa realidad empezó a cambiar el 10 de enero de 2007 cuando regresó a la presidencia del país el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra, candidato ganador por el Frente Sandinista de Liberación Nacional de las elecciones de noviembre de 2006, al decretar el inicio de la desprivatización de la salud y la educación públicas, como una medida inicial del nuevo gobierno revolucionario. Pero lo mejor estaba por venir.


Managua, Nicaragua, 30 de septiembre de 2023.

Colegio Nicaragüense de Radiología

jueves, 14 de septiembre de 2023

HISTORIA DE LA MEDICINA INTERNA EN NICARAGUA

 

Historia de la Medicina Interna en Nicaragua

 

 

En memoria del doctor Roberto Zapata Sobalvarro,

ex-Decano y sobreviviente de la masacre estudiantil

 del 23 de julio de 1959, en León de Nicaragua.

 

Para escribir sobre la historia de la especialidad de Medicina Interna (la que estudia las enfermedades de los órganos internos del cuerpo humano), en Nicaragua, se deben tomar en cuenta varios aspectos relevantes, entre los cuales mencionaremos algunos, sin pretender abarcar todo el tema:

“El Trío o Cuarteto de la Sorbona”, un grupo de cuatro médicos que estudiaron en la prestigiosa universidad francesa, regresaron a Nicaragua a finales del año 1920 y ejercieron su práctica médica en León; ellos fueron: Humberto Tijerino Delgadillo (el Mono Sabio), Pedro Alcides Delgadillo Castillo, Alfonso Argüello Cervantes y Luis Alberto Martínez Martínez. Todos laboraron en el Hospital San Vicente de Paúl, cuando predominaba la escuela quirúrgica de Luis Henry Debayle, traída también desde Francia, la cual era básicamente anatómica, aséptica y hemostática. Eran los tiempos en que a las clínicas privadas les llamaban Casas de Salud. Tijerino, Martínez y Delgadillo fueron los pioneros de la Medicina Interna en Nicaragua (el trío de internistas de la Sorbona). Ellos ejercieron una gran influencia y marcaron una época en la historia de la medicina nacional. Eran tiempos cuando no existían los antibióticos, los cuales fueron inventados años más tarde.

El doctor Humberto Tijerino Delgadillo (León, 20-3-1902 - Los Ángeles, California, Estados Unidos, 31-5-1974) fue también un entusiasta profesor de radiología en el Hospital San Vicente de Paúl (hasta 1964, según recuerda su ex-alumno, el doctor Oscar Aragón Téllez, oftalmólogo). Tomaba radiografías en su consultorio privado, el cual estaba ubicado de la Casa Prío una cuadra al oeste (abajo), en la propia esquina (donde ahora es el Parque de los Poetas). Se opuso a la destrucción de más del 90% de casas coloniales de la manzana donde se destruyó el colegio Beato Salomón y se construyó, en su lugar, el colegio La Salle, a mediados del siglo XX, por lo que no abandonó su casa de habitación, en la Calle Real, ni aceptó ningún tipo de negociación con los religiosos jesuitas, que sustituyeron las casas del centro histórico con una malla ciclón. Fue un desastre arquitectónico. Se rompió la armonía urbanística. Se alteraron las cuatro esquinas coloniales, características de León, al sureste y al noreste. La esquina de la casa colonial de Rubén Darío (después nombrada Museo Archivo) quedó desangelada, sin una casa colonial en el lado opuesto. Y para rematar, se permitió la construcción de casas de dos pisos, con diseño moderno, en pleno centro histórico-colonial. El diseño del mismo colegio La Salle no fue acorde a las características de la ciudad de León, porque estaba dirigido a la clase social alta, en medio del “boom” algodonero, que empezó en la década de 1950. En efecto, la posición del doctor Tijerino nos refleja sus valores y su calidad humana.

Además, el doctor Tijerino Delgadillo fue víctima del racismo al apodarle “el Mono Sabio” debido a los rasgos de raza negra o afrodescendiente (como dicen ahora) y a su gran inteligencia. En cambio, al doctor Luis H. Debayle solamente le llamaban “el Sabio Debayle”, porque era de raza blanca, miembro de la aristocracia y de ascendencia francesa. El doctor Tijerino es reconocido como uno de los cinco primeros radiólogos de Nicaragua. En efecto, es el tercer radiólogo, solamente detrás de Rosendo Rubí Delgado (el pionero en León, a partir de 1902) y Juan José Martínez Moya (en Granada, donde aplicó los rayos X a la obstetricia). Según el doctor Enrique Jiménez Quezada, neuro-radiólogo, el doctor Tijerino impartía clases de radiología colocando las placas radiográficas en negatoscopios, emitía diagnósticos empleando pocas palabras y tenía dos características como profesor: puntualidad y humildad.

A continuación, tres anécdotas sobre el doctor Humberto Tijerino Delgadillo:

“El radiólogo Arnoldo Quant [del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello] me relató que cuando era niño fue atendido por el doctor Humberto Tijerino (el Mono Sabio), quien era médico internista y se dedicaba al ejercicio y enseñanza de la radiología.  Su mamá lo llevó al consultorio privado del doctor Tijerino, en la ciudad de León, el cual estaba ubicado de la Catedral dos cuadras al oeste, a mano derecha, en la propia esquina (casas que fueron destruidas durante la guerra de liberación de 1979). En el mismo lugar el doctor Tijerino daba consulta, realizaba pruebas de laboratorio y tomaba, él mismo, las radiografías.

El radiólogo pediatra Iván Arauz (…) me comentó durante una presentación de medios de contraste para resonancia magnética, realizada en un hotel capitalino, hace casi dos años, que el aparato de rayos X que usó inicialmente el doctor Humberto Tijerino fue el que usó, con sus propias manos, en la práctica médica privada, el doctor Rosendo Rubí, padre, pionero y fundador de la radiología en Nicaragua, desde 1902.

Una vez, el doctor Humberto Tijerino le preguntó a un médico, en el hospital San Vicente de Paúl, qué observa en la radiografía de tórax colocada en el negatoscopio. El joven médico le mencionó una radio-opacidad en el ápice pulmonar, con aspecto redondo, casi parecida a un balón (abalonada). Después vino la pregunta qué podía ser. A lo cual, el joven galeno respondió que un cáncer pulmonar. El doctor Tijerino señaló: has descrito mi propia radiografía, mi caso. Cáncer pulmonar fue la causa de la muerte del doctor Humberto Tijerino, quien había sido un gran fumador. El joven médico, Nerio Cabrera, llegaría a ser, años después, neurocirujano, especializado en México; y se desempeñaría salvando vidas y ejerciendo la docencia, en los hospitales San Vicente de Paúl y Oscar Danilo Rosales Argüello, por muchos años, hasta jubilarse.”

 

El doctor Luis Alberto Martínez Martínez (1900-1986) era un docente por naturaleza, labor que realizó por mucho tiempo en el Hospital San Vicente de Paúl, a cambio de una pequeña remuneración. También fue secretario de la Facultad de Medicina por muchos años. Su asistente, en el hospital, fue el talentoso doctor Denis Saavedra, a quien siempre recurría para tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas, preguntándole, un par de veces: ¿Qué decís vos, Denis?... y el joven doctor Saavedra, que posteriormente estudiaría Medicina Interna en los Estados Unidos, entraba en acción, abordando al paciente, con sus grandes habilidades clínicas, entre las que destacaba la capacidad auscultatoria con la inseparable herramienta del internista: el estetoscopio.

El doctor Pedro Alcides Delgadillo Castillo (1907-1967), además de la Medicina Interna, se dedicaba a la dermatología y tuvo un laboratorio clínico enfrente de la iglesia La Merced, es decir, en la cuadra de la UNAN.

Por su parte, el doctor Alfonso Argüello Cervantes (1901-1977), era cirujano, en 1932 adquirió un equipo de rayos X. Su clínica estaba situada de la esquina del Parque de los Poetas dos cuadras y media hacia el norte, a mano derecha (todavía existe una placa metálica, en su honor, en el frontispicio de la casa). Su tesis original fue sobre los vasos linfáticos de la vejiga urinaria, que recibió el reconocimiento del famoso anatomista francés Henri Rouvière (1876-1952), quien la incluyó en su Tratado de Anatomía Humana.

Después del Trío de la Sorbona, otros internistas importantes fueron Víctor M. Picasso (graduado en Francia), Miguel Ángel Chavarría, José Dolores Tijerino, Pedro Pablo Álvarez, Inocente Leiva, Pío Ortega Aguilar y Jesús Berríos. Posteriormente, Luis Favilli, Adolfo Montiel, Ezequiel Robleto, César Zepeda, Alfredo Huete Armijo, Fabio Salamanca Mairena, Joaquín Solís y Enoc Montalván.

El impacto de la seguridad social, en la década de 1950, cuando los médicos acostumbrados a ejercer en la práctica privada y a trabajar en los hospitales públicos por caridad y beneficencia, para ayudar a los pobres y necesitados, tuvieron que optar por laborar en una institución que ofrecía un horario de trabajo y salario mensual fijo. Este hecho afectó a la práctica liberal, en el sentido individual, de la medicina privada, según lo relataron Luis Jacinto Espinosa Rodríguez (pediatra y radiólogo) y César Amador Kühl (neurocirujano).

Nicaragua vive la práctica de casi todas las especialidades médicas y quirúrgicas, en la década de 1960 y la formación de médicos recae hasta 1970 en la UNAN, situada en la ciudad de León.

En cardiología sobresalieron Hugo Argüello Gil, Adán Solórzano, Enrique Belli Cortés, Oswaldo Blandón, Gustavo Sequeira Madriz, Manfredo Pentzke, Donald Montenegro y Carlos Osorio.

Médicos internistas destacados en gastroenterología fueron: Juan Ignacio Gutiérrez Sacasa, Gilberto Guerrero González, Guillermo Marenco y Oscar Jirón.

En el Hospital General El Retiro y el Hospital del INSS los cardiólogos Enrique Belli Cortés y Aarón Tuckler realizaron angiocardiografías y aortografías, en la década de 1960.

En hematología se recuerda a Enrique Mejía. La tisiología fue practicada por Luis S. Del Palacio, Augusto Morales Urbina, José María Morales Urbina y René Vargas López. En neurología sobresalieron Carlos Hurtado y Amín Hassan Morales.

La labor que realizaron, en León, entre otros médicos internistas famosos, Manfredo Pentzke, Gustavo Sequeira, Yader Palma, Denis Saavedra, Juan Vargas (cardiólogo), Benito Saavedra (cardiólogo), Félix Zelaya, Mauricio Jarquín (nefrólogo), Lorgia Larios (neumóloga), Martha Sediles, Armando Matute (infectólogo; y Decano de la Facultad de Medicina de la UNAN-León, entre 2009 y 2013) y Ricardo Cuadra (médico internista que fue director general del HEODRA, entre 2007 y 2019), quienes, a lo largo de las décadas de 1970, 1980 o 1990, en León y otras ciudades estudiaron, ejercieron o incursionaron en especialidades de la Medicina Interna, dejando huellas importantes, entre ellas la formación de nuevos especialistas en Medicina Interna. Denis Saavedra fue el heredero directo de la tradición transmitida, por el siempre venerado, doctor Luis Alberto Martínez Martínez, del cuarteto de la Sorbona.

El primer ecocardiograma fue realizado por el cardiólogo Julio César Terán, en el Hospital San Vicente de Paúl, de la ciudad de León, a un médico interno, Freddy Meynard Mejía, en 1975, quien fue Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAN-Managua (2006-2010; 2010-2014; 2014-2018; y 2018-2022). Vale decir que, durante estos cuatro periodos, como la más alta dignidad médica, el Dr. Meynard fue acompañado en el Consejo Facultativo por los médicos internistas Hugo Pérez (Vice-Decano) y Tyrone Romero Alaniz (coordinador de postgrado).

En 1978, en el Hospital 14 de Julio y a partir de 1979, en el Hospital Antonio Lenin Fonseca Martínez, el cuerpo de médicos internistas estaba conformado por: Humberto Collado Solís, Ezequiel Robleto Vega (cuyo nombre lleva el auditorio del hospital y se le recuerda por una de sus frases: Recuerden que una vez no basta), Ernesto Miranda Castillo, Sergio Bonilla López (intensivista), Juan Ignacio Gutiérrez Sacasa (gastroenterólogo; que fue médico de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, en 1979), Ronald Corea (gastroenterólogo), Enrique Belli Cortés (cardiólogo), Donald Montenegro Pasquier (cardiólogo), José Ángel Montiel (cardiólogo), Aaron Tuckler (cardiólogo), Armando Silva Navarrete (neurólogo), René Vargas López (cirujano dedicado a la tisiología o pacientes con tuberculosis), William Rivas Alvarado (neumólogo y jefe del servicio de Medicina Interna), Teodora Sequeira (neuróloga) y Rigoberto Castillo (neurólogo).

El reconocimiento con título universitario de especialistas a los médicos que realizaban su residencia de entrenamiento, a partir de 1982, que incluyó a los residentes de Medicina Interna y a los maestros que durante muchos años habían ejercido dicha especialidad; pero que no contaban con el título universitario. Los primeros títulos fueron extendidos por la UNAN de la ciudad de León. Además, en 1982 se fundó la UNAN-Managua y en 1984 se instituyó oficialmente su Facultad de Medicina. La medida fue tomada por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y permitió que Nicaragua preparara a sus galenos en diferentes especialidades médicas y quirúrgicas, incluyendo, por supuesto, la Medicina Interna. En otras palabras, pasaron 24 años desde el inicio de la Autonomía Universitaria, en 1958, para que una universidad nacional extendiera títulos a médicos especialistas. Así, antes de la Revolución Popular Sandinista de 1979 para obtener un título universitario de especialista en Medicina Interna se debía cumplir un programa de residencia en el extranjero, a través de una beca o con apoyo económico familiar. En nuestro país los médicos se perfilaban en Medicina Interna o en otras especialidades al entrenarse durante dos o tres años en esas áreas; pero al final no recibían el reconocimiento universitario. Eso cambió a partir de 1982, cuando Nicaragua decidió comenzar a formar a sus propios especialistas, a los cuales se les otorgaría su respectivo título universitario.

Así, desde la década de 1980 existen postgrados de Medicina Interna en los siguientes hospitales escuela: Oscar Danilo Rosales Argüello (de la ciudad de León), Antonio Lenin Fonseca Martínez, Manolo Morales Peralta, Alejandro Dávila Bolaños y más recientemente en el Alemán Nicaragüense (Carlos Marx) y el Carlos Roberto Huembes (todos en la capital Managua).

En el Hospital Alemán Nicaragüense el fundador del postgrado en Medicina Interna fue el doctor Denis Omar Granados Doña, a quien tuve el honor de conocer cuando él era residente de tercer año de Medicina Interna, en el hospital de León, y yo un médico interno, en 1994. Denis Granados, Rubén García y Edgard Delgado eran los tres residentes de tercer año de Medicina Interna (todos ellos brillantes).

En el Hospital Antonio Lenin Fonseca Martínez se destacaron, entre otros, los médicos internistas siguientes: Sergio Ordóñez, Auxiliadora Rosales, Noel Lorío Juárez (cardiólogo), Walter Díaz Neira (neurólogo), Mario Espinoza (neumólogo), Gustavo Morales (gastroenterólogo), Julio Flores (nefrólogo), Danilo Rivas (nefrólogo), Álvaro López Largaespada (también farmacólogo clínico; subdirector docente por varios años e impulsor de un diplomado en farmacología clínica, entre 2003 y 2015, periodo en que se graduaron alrededor de 400 estudiantes, entre médicos y químico-farmacéuticos) y Lucía Villagra (endocrinóloga; impulsora de un diplomado en diabetología, entre 2003 y 2021).

Asimismo, hay que destacar a los endocrinólogos Roberto Zapata Sobalvarro (Decano de la Facultad de Medicina de la UNAN-Managua, 1984-1989), Francisco Bolaños y Armando Silva Navarrete, en los hospitales Carlos Marx, Manolo Morales y Lenin Fonseca, respectivamente. También hay que recordar que el  doctor Roberto Zapata Sobalvarro fue director general del Hospital Escuela Antonio Lenin Fonseca Martínez, en el periodo 1983-1985; en el ejercicio del cargo tenía la buena costumbre de portar, siempre, papel y lápiz, para anotar todo lo que le planteaban el personal hospitalario y los pacientes o familiares de éstos.


En el Hospital Manolo Morales han tenido una destacada labor como formadores de residentes los siguientes especialistas en Medicina Interna: el doctor Gaitán (neumólogo), Gustavo Porras Cortés, Guillermo Porras Cortés (el primer infectólogo del país), Amín Hassan Morales (neurólogo),  Fernando Ruiz, Pablo Moreno Padilla (gastroenterólogo), Sayonara Sandino (reumatóloga), Carlos Quant (infectólogo) y Ramón Ulises López Funes. El doctor Fernando Ruiz (q.e.p.d.), graduado en el Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello, de León, fue el que introdujo la lista completa de problemas, en el expediente clínico, del servicio de Medicina Interna, en el Hospital Manolo Morales Peralta, a partir de su llegada en 1989, después de un esfuerzo de convencimiento a los demás colegas, que en su mayoría se habían formado como internistas en este último hospital. El doctor Fernando Ruiz por varios años tuvo el cargo de delegado de la Facultad de Ciencias Médicas de la U.N.A.N.-Managua, ante el Hospital Manolo Morales Peralta. Además, fue el primer médico al cual, la institución académica, antes mencionada, le entregó el título de Maestro Honorífico.

En el Hospital Militar Alejandro Dávila Bolaños, para la década de 1990, en el staff de internistas estaban: Carlos Bayardo Romero, Jorge Tinoco, Alejandro Espinoza (diabetólogo), Sergio Martínez Ordóñez (cardiólogo), Mario Cortez (intensivista), Álvaro Morales (cardiólogo), Lucía Areas (endocrinóloga), Jorge Cuadra (neumólogo), Alfonso Zamora (nefrólogo), Octavio Duarte (neurólogo), Róger Martínez (gastroenterólogo) y Joaquín Solís Piura (quien fue el primer Rector de la UNAN-Managua, entre 1982 y 1983; posteriormente, vice-ministro de salud; y a quien dicha universidad le otorgó un Doctorado Honoris Causa, en el año 2015). El relevo generacional de la docencia de los médicos internistas, en este hospital ha sido asumido por los doctores Karil Salablanca (infectólogo y jefe del servicio de Medicina Interna), Alejandro Camacho y Alejandro Espinoza.

Mientras que en el Hospital Carlos Roberto Huembes entre los médicos internistas destacados están: Larry Úbeda, Sergio Ortiz, Jorge Rivas, el cardiólogo Oscar Daniel Rivas Bravo y Enrique Romero, quien se desempeñó como sub-director docente durante varios años y sobre quien recayó la organización de los programas de especialización, con reconocimiento universitario, entre 2007 y 2008, cuando dicho hospital alcanzó la categoría de hospital escuela.

Por su parte, el médico internista Enrique Sánchez (farmacólogo clínico) ha realizado una labor importante en el Hospital Metropolitano.

Entre los primeros médicos internistas especializados en reumatología están Ariel Durán (graduado en México, que en la década de 1980 laboró en el Hospital Escuela Manolo Morales Peralta y luego emigró hacia Estados Unidos); Julio Briceño (graduado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, y que ejerció en la práctica privada); Sayonara Sandino (graduada en México, quien ha laborado en el Hospital Bautista y en el Hospital Escuela Manolo Morales Peralta, donde ha estado vinculada a la formación de residentes de medicina interna); y Sergio Aragón Lara (graduado en México y que ha laborado en los hospitales Bautista y Metropolitano). Actualmente, en Nicaragua existen alrededor de 15 médicos internistas, especialistas en reumatología, según el doctor Sergio Aragón Lara.

El médico internista René Argeñal Gómez fue Decano de la Facultad de Medicina de la UNAN-Managua, en dos periodos (1990-1994 y 1998-2002) y ha publicado los libros Estampas de la medicina (Vanguardia, 1993) y Otras estampas de la medicina (Monseñor Lezcano, 2016), una colección de relatos llenos de humor y humanismo, que reflejan la dinámica del quehacer médico. Asimismo, el doctor René Argeñal publicó en Bolsa Médica diferentes escritos sobre actualización de protocolos de tratamiento, que incluían una prueba evaluativa.

En realidad, un parte de la historia de la Medicina Interna está registrada en Bolsa Médica, una revista publicada en la década de 1990, por el periodista Emigdio Suárez, que contenía artículos relacionados con todas las especialidades médicas, varios de los cuales fueron escritos por el sobresaliente médico internista Vicente de la Cruz Maltez Montiel (comunicador social, abogado y químico-farmacéutico), quien además, ha hecho una gran labor educativa sobre los aspectos de la salud y enfermedad, en programas radiales y televisivos, que son de interés para todos los médicos, los trabajadores de la salud y el pueblo en general. Maltez Montiel también publicó el libro Larga vida y prosperidad (2012), que sintetiza los conocimientos transmitidos a lo largo de su continua campaña de educación para la salud.

Algunas referencias de los ensayos publicados en Bolsa Médica, que pueden ayudar a construir la historia de la Medicina Interna nicaragüense, son las siguientes:

a) López Largaespada, AR. Desarrollo de la medicina interna. Bolsa Médica. No. 8; Abr. 1994: 9

b) Maltez Montiel, V. Apuntes y reflexiones sobre la historia de la medicina interna en nuestro país. Bolsa Médica. No. 8; Abr. 1994: 4-5

c) Maltez Montiel, V. Hospital San Juan de Dios. Granada. Bolsa Médica. No. 13; Sept. 1994: 4-10

d) Berríos Valladares, G. 90 años de cirugía en León. Bolsa Médica. No. 6; Feb. 1994: 4-6

e) Mendieta B, W. Remembranzas de los congresos médicos nacionales. Bolsa Médica. Oct. No. 14; 1994: 11

f) Bolsa Médica.  El Hospital José Nieborowski a sus 76 años. No. 19; Mar. 1995: 2-6

g) Incer Barquero, A. Los médicos de Boaco desde 1870 hasta 1970. Bolsa Médica. No. 19; Mar. 1995: 36-39

h) Maltez Montiel, V. El Hospital General de Managua. Bolsa Médica. Oct. No. 14; 1994: 4-10

i) Bolsa Médica. El Retiro: 10 años de aporte a la medicina nacional. No. 16. Dic. 1994: 4-7

 j) Suárez García, P. Médicos y hospitales, huellas imborrables de la Perla del Septentrión. Bolsa Médica.  No. 24; Ago. 1995: 3-17

k) Borge, A. Centro Médico: primera agrupación para el ejercicio privado de la medicina en Nicaragua. Bolsa Médica. No. 17; Ene. 1995: 3-5

l) Maltez Montiel, V. El Hospital, su historia en Nicaragua y nosotros los médicos. León: 400 años de tradición médica. Bolsa Médica. No. 11; Jul. 1994: 4-10

ll) Instituto Nacional de Radioterapia y Oncología de Nicaragua: El más moderno de Centroamérica. Bolsa Médica. No. 16; Dic. 1994: 22-23

m) Montiel, J. A. Referencias históricas de la medicina. Bolsa Médica. No. 5; Ene. 1994: 26-27

n) Bolsa Médica. Jefes Nacionales de Enseñanza. No. 22; Jun. 1995: 12-13

ñ) Bolsa Médica. Hospital Bautista: 64 años de servir. No. 7; Mar. 1994: 30-31 o) Quintana, D. Sequeira Madriz, G. Un hospital que progresa. Bolsa Médica. Año II; No. 8; Abr. 1994: 14

p) Bolsa Médica. Un hospital que progresa, un personal que se supera cada día…valiosa ayuda de apóstoles de la bondad.  No. 11; Jul. 1994; 41

q) Montiel, J. A. Medicina privada y estatización de la medicina. Bolsa Médica. No. 5; Ene. 1994: 28

r) Bolsa Médica. Presidentes 1995: organizaciones médicas y de salud de Nicaragua. No. 18. Feb. 1995: 24-25

s) Bolsa Médica. Noticias médicas. Nacen programas médicos de televisión. Año III. No. 20; Abr. 1995; 38

t) Bolsa Médica. Los acontecimientos médicos más importantes de 1995 en Nicaragua. No. 28. Dic. 1995; 10-12

u) Berríos Valladares, G. La medicina ilegal: un fácil negocio. Bolsa Médica. 5; Ene. 1994: 28

 

La Asociación de Medicina Nicaragüense de Medicina Interna (ANMI) tiene su lugar en la historia de esta relevante especialidad, que regularmente ha organizado, a lo largo de muchos años, eventos científicos y académicos de actualización. ANMI obtuvo su personería jurídica en el mes de mayo de 1994. Entre 1995 y 2023 han sido presidentes de ANMI los siguientes doctores: Julio Briceño, Enrique Sánchez, Pablo Castro, Fernando Gutiérrez, Vicente Maltez, Guillermo Porras, Jesús Marín, Adrián Zelaya, José Benito Sánchez y Bismarck Ramón Pérez.

Este año fue publicado en la Revista Ciencias de la Salud y Educación Médica el artículo científico titulado Tomografía de emisión de fotón único para valorar perfusión miocárdica en sospecha de cardiopatía isquémica, donde un cardiólogo, un internista especializado en medicina nuclear y dos radiólogos, registraron su experiencia con dicha técnica diagnóstica.

Finalmente, deben mencionarse los programas de sub-especialización en las siguientes áreas de la Medicina Interna: primeramente, en cuidados críticos (desde 2017), y posteriormente, en nefrología, cardiología y neurología (a partir de 2021). Esfuerzo que en los últimos cinco años han impulsado el Ministerio de Salud y la UNAN-Managua, para formar en nuestro propio país, como parte de la política nacional de salud, a sub-especialistas que mejoren la calidad de la atención en los hospitales públicos. Efectivamente, la Revolución Sandinista, en la década de 1980, creó las condiciones materiales para que Nicaragua formara a los médicos especialistas, aquí mismo, en el país.  Y nuevamente, en la segunda década del siglo XXI, a partir de 2017, la Revolución Sandinista, en su segunda etapa, empezó la formación de sub-especialistas, en cuatro importantes áreas de la Medicina Interna.

 

En conclusión, en Nicaragua, los herederos de William Osler, en el ejercicio de la Medicina Interna, podría decirse que han pasado por cuatro grandes etapas: 1) Escuela francesa y el Trío de la Sorbona; 2) Autonomía universitaria, sin títulos de especialistas; 3) Títulos universitarios y la Revolución Popular Sandinista; y 4) Formación de sub-especialistas en Nicaragua: 2017-2023.

 

Lenin Fisher

Managua, Nicaragua, 12-22 de septiembre de 2023

Colegio Nicaragüense de Radiología

https://colegionicaraguenseradiologia.blogspot.com/2023/09/historia-de-la-medicina-interna-en.html


Bibliografía; webgrafía:

1-. Argeñal Gómez, R. (1993). Estampas de la medicina. Vanguardia. Managua. Nicaragua. 116

2-. Argeñal Gómez, R. (2016). Otras estampas de la medicina. Monseñor Lezcano. Managua. Nicaragua. 135

3-. Corea Fonseca, E. (2000). Historia de la medicina en Nicaragua. Managua.

4-. Pérez Orozco, G., Ulloa González, A., y Ramos Vega, D. (2003). Recordando con el corazón…construimos el futuro: 23 años de historia de la Facultad de Medicina, UNAN-Managua. Imprimatur. Managua, Nicaragua.

5-. Fisher, L. (2010). Los rayos X en Nicaragua. En: Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua, Nicaragua. 57-80

6-. Fisher, L. (2010). Universidad de Nicaragua: reseña histórica. En: Historia de la radiología en Nicaragua. Universitaria. Managua, Nicaragua. 272-283

7-. Fisher, L. (2011). Nuevas tecnologías en la historia radiológica de Nicaragua. En: Historia de la radiología en Nicaragua. 2da. ed. Universitaria. Managua, Nicaragua. 79-89

8-. Fisher, L. (2011). El radiólogo y el trabajo. En: Historia de la radiología en Nicaragua. 2da. ed. Universitaria. Managua, Nicaragua. 142-151

9-. Amador Kühl, C.A. (2012). Memorias de mi vida. Fondo de Promoción Cultural Invercasa. Managua, Nicaragua.

10-. Fisher, L. (2014). Revolución Sandinista y especialidades médico-quirúrgicas. En: Escritos revolucionarios del siglo XXI. Universitaria. Managua, Nicaragua. 46-47

11-. Fisher, L. (2015). Humberto Tijerino Delgadillo. En: La radiología nicaragüense: 113 años de historia. Universitaria. Managua, Nicaragua. 29-30

12-. Fisher, L. (2018). Médicos y catedráticos universitarios de León fallecidos: maestros de generaciones (maestros de maestros).

http://colegionicaraguenseradiologia.blogspot.com/2018/12/medicos-y-catedraticos-universitarios.html: 4-12-2018

13-. Fisher, L. (2018). Historia oral en la radiología nicaragüense. http://colegionicaraguenseradiologia.blogspot.com/2018/08/historia-oral-en-la-radiologia.html: 19-8-2018

14-. Fisher, L. (2021). Sub-especialidades médicas en Nicaragua.

https://colegionicaraguenseradiologia.blogspot.com/2021/04/subespecialidades-medicas-en-nicaragua.html: 2-4-2021

15-. Fisher, L. (2021). Historia de la neurocirugía en Nicaragua. Universitaria. Managua, Nicaragua.

16-. Fisher Chavarría, E. L. (2022). Historia de las especialidades médicas en Nicaragua: génesis y perspectivas. Revista Torreón Universitario, 11(30), 118–122. https://doi.org/10.5377/rtu.v11i30.13426.

17-. Gutiérrez Murillo, E. F., Roque Vanegas, H. B., Rosales Obregón, V., & Fisher Chavarría, E. L. (2023). Tomografía computarizada por emisión de fotón único para valorar perfusión miocárdica en sospecha de cardiopatía isquémica. Revista Ciencias de la Salud y Educación Médica, 4(6), 8–14. Recuperado a partir de https://revistacienciasmedicas.unan.edu.ni/index.php/rcsem/article/view/109