Médicos residentes y políticas públicas en Nicaragua
Lenin Fisher
Los médicos
residentes de las especialidades médico-quirúrgicas en Nicaragua han
experimentado diferentes políticas públicas de gobiernos con orientación
política e ideológica diversa.
Antes de
la Revolución Popular Sandinista, los médicos residentes rotaban, se entrenaban
o se perfilaban en una especialidad, de un determinado hospital; pero al final
de tres años no obtenían un título universitario que los acreditara como
especialistas. Otros, para lograr este objetivo, viajaban a otro país, becados o por su propia cuenta, para especializarse en algún área de la medicina.
En 1982 el
gobierno sandinista, o sea, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional,
presidida por el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra, orientó al
Ministerio de Salud y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN),
iniciar los programas de especialidades médico-quirúrgicas, con reconocimiento
o título universitario. Dichos programas de postgrado iniciaron en 1983 y los
residentes que ya estaban perfilándose en determinada especialidad fueron
reconocidos oficialmente como tales. Ese hecho fue un gran paso con alto sentido nacionalista.
En abril
de 1990, el gobierno sandinista encabezado por el presidente Daniel Ortega S.,
entregó 270 plazas de trabajo para médicos residentes, en los hospitales
escuela del Ministerio de Salud. Sin embargo, en enero de 2007, el gobierno
neoliberal del presidente Enrique Bolaños entregó solamente 87 plazas de trabajo
para los médicos residentes. En otras palabras, el neoliberalismo de los gobiernos presididos por Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños redujeron 183 plazas de trabajo para médicos residentes, desde 1990 hasta 2006, lo cual evitó que se especializaran alrededor de 2500 médicos. Todo este proceso de regresión en los programas de especialización médico-quirúrgica era parte del recorte del gasto social fondomonetarista. Ya en 1993 había empezado la privatización de la salud, la cual se detuvo hasta que el FSLN regresó al poder después de ganar las elecciones de noviembre de 2006.
En octubre
de 1997, los médicos residentes realizaron una huelga durante 15 días porque el
gobierno liberal y neoliberal del presidente Arnoldo Alemán Lacayo, pretendía
disminuir un total de 400 plazas de trabajo en el Ministerio de Salud y pasar a
los médicos residentes de la categoría de trabajadores a estudiantes, lo cual
significaba que dejarían de ganar alrededor de 1500 córdobas a 500-600
córdobas. Ante la huelga, el gobierno cedió y no aplicó la medida que le exigía
el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A partir
de enero de 1998 los médicos de base de distintos hospitales públicos iniciaron
una huelga para pedir aumento salarial, porque en ese momento el salario
devengado por los médicos era de 90 dólares. Esta huelga fue estimulada de
alguna manera por el ejemplo dado por los médicos residentes, en octubre de
1997. Los médicos residentes apoyaron la huelga de los médicos de base y sobre
ellos recayó el mayor peso de las acciones. En julio de 1998, durante el
gobierno del presidente Alemán Lacayo, finalizó dicha huelga médica y el
salario de los médicos aumentó de 90 dólares a casi 300 dólares. La represión
policial no se hizo esperar durante la huelga médica; y los despidos masivos,
como otra forma de represión, desarticuló al cuerpo docente de varios
hospitales escuela. El colmo fue que una carta de despido fue llevada al lecho
del doctor Roberto Calderón Gutiérrez, quien sufría una enfermedad terminal,
había sido considerado como uno de los ciudadanos notables y no ocultaba su
simpatía por los gobiernos de derecha, libero-conservadores y neoliberales.
Posteriormente,
durante el gobierno neoliberal del presidente Enrique Bolaños, hubo
otra huelga médica, desde el 13 de noviembre de 2005 hasta el 12 de mayo de
2006, y que logró que el salario de los médicos alcanzara los 500 dólares.
A partir
de abril de 2007, el gobierno sandinista, otra vez en el poder, presidido por el
comandante Daniel Ortega, aumentó el valor de las becas de los médicos
residentes, las cuales llegaron a ser de 800 dólares. En 2009, el gobierno
sandinista también aumentó el salario de los médicos, que laborasen ocho horas
en el Ministerio de Salud, a 1200 dólares. Un paso concreto para tratar de
equiparar los salarios de los médicos nacionales con los salarios en otros
países centroamericanos.
Desde abril
del año 2007, el gobierno sandinista aumentó el número de plazas de trabajo
para los médicos residentes hasta 300; cifra que ha sido casi constante a lo
largo de una década. Actualmente, para el Estado nicaragüense el costo de especializar a un médico es, en promedio, de 42 mil dólares. La formación de un médico residente, es decir, especializándose, es una fuerte inversión social del Estado.
Actualmente,
la política de ingreso de los médicos residentes contempla criterios académicos
y universitarios, así como las necesidades reales de la población y el
Ministerio de Salud, en cada Sistema Local de Atención Integral en Salud
(Silais), de las distintas zonas del país.
En los
últimos doce años, es decir, durante más de una década del gobierno sandinista,
se han construido 17 hospitales primarios, con capacidad para 30 o 40 camas,
ubicados en municipios de los cuatro puntos cardinales. Asimismo, se
construyeron, en la capital Managua, los hospitales Solidaridad, Militar
Alejandro Dávila y Occidental Fernando Vélez Paiz, los cuales han fortalecido
el entrenamiento de los médicos residentes y se han convertido en nuevas
fuentes de trabajo para los especialistas recién graduados.
También ha
sido parte de la política fiscal del gobierno sandinista, desde hace unos ocho
a nueve años, retener solamente el impuesto sobre la renta (IR) del salario
mensual de los médicos del sistema de salud pública y no cobrarles impuestos a través de una declaración
anual.
En
conclusión, este es un resumen de cómo las políticas públicas del gobierno han afectado o beneficiado a los médicos residentes y a los médicos
especialistas del Ministerio de Salud. Las evidencias indican de manera
irrefutable que el gobierno sandinista ha beneficiado a los médicos del sistema
de salud público más que ningún otro gobierno; y ha ejecutado las políticas más
consecuentes con el interés nacional de mejorar la salud de todo el pueblo nicaragüense.
Managua, Nicaragua 3 y 6 de marzo de 2019
Colegio Nicaragüense de Radiología
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