Historia de la tomografía
axial computarizada
Lenin Fisher
La tomografía axial computarizada (TAC) fue un adelanto
científico, que reunió el uso de rayos X, los conocimientos matemáticos y
físicos, así como los ordenadores informáticos para producir imágenes axiales
del cuerpo humano, de utilidad médica.
El planteamiento teórico lo realizó Godfrey Newbold Hounsfield
a las sociedades científico-médicas inglesas, en el año de 1971. Pero fue en el
año 1972, cuando en el Hospital Atkinson, de la ciudad de Londres, Reino Unido,
se instaló el primer tomógrafo axial computarizado, modelo Mark I (Fisher,
2010). Hounsfield junto a Allan McLeod Cormack ganó el Premio Nobel de
Fisiología y Medicina, en el año de 1979, por inventar la TAC.
Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que la imagen axial
sigue siendo la imagen madre de la tomografía computarizada más sofisticada que
existe a finales del año 2023. Por tal razón, a mí no me gusta eliminar el
término axial cuando me refiero a la tomografía computarizada y me siento muy
cómodo al escribir o leer sus iniciales como: TAC. Si no se obtienen cortes o
imágenes axiales, no hay reconstrucción posible en ningún plano, ni coronal, ni
sagital, ni oblicuo. De tal manera que, si lo primero es lo primero; lo axial,
es lo primero. La imagen axial, es de alguna forma, la imagen pluripotencial.
La primera generación de tomógrafos es la del año 1971,
que tenían un solo detector, para realizar rotar debían trasladarse, demoraban
cinco minutos para rotar y adquirir imágenes; un tubo de rayos X (radiógeno)
giraba 45 grados cada vez (giraba alrededor del detector), teniendo un desplazamiento
seccionado. Inicialmente estaban enfocados a obtener imágenes axiales de la
cabeza (cráneo y encéfalo).
En 1973 aparece la segunda generación de tomógrafos
axiales computarizados, que pueden hacer un examen o barrido de las diferentes
partes del cuerpo humano. Ya no eran seccionales. Realizan los movimientos de
traslación y rotación. El tiempo de adquisición de una imagen oscila entre 20 y
30 segundos. Poseen hasta cinco detectores. El haz de rayos X tiene una
disposición en abanico.
La tercera generación de tomógrafos aparece en el año 1977.
Producen un haz de rayos X en abanico, que abarca desde 30 hasta 60 grados.
Tienen una rotación de 360 grados. El tiempo de adquisición de una imagen es
tan solo de seis (6) segundos. Poseen una mayor cantidad de detectores, es
decir, más de cinco.
En 1985, producen la cuarta generación de tomógrafos
computarizados. El tubo radiógeno va colocado o montado sobre el anillo
helicoidal. Emiten radiación constante mientras el paciente se desplaza en
sentido contrario a su posición. No realizaban cortes axiales, seccionales,
sino que los hacían de forma helicoidal y constante. Generan reconstrucciones
de gran calidad, a partir de las imágenes axiales. Esta podría llamarse la
cuarta generación A.
En el año de 1998 aparecieron los tomógrafos helicoidales
multicortes, que producen más de un corte simultáneamente, cuyo grosor oscila
entre 0,4 y 0,6mm., de espesor. Poseen un tubo de rayos X que necesita mayor
energía y enfriamiento. Este grupo de tomógrafos podría ser clasificado como de
cuarta generación B.
Surgieron los tomógrafos multicortes y multidetectores.
Empezó a caer en desuso el término helicoidal. Poseían desde 64 hasta 320
detectores. El tubo radiógeno giraba 360 grados en tan solo 0,033 segundos, lo
cual permitió disminuir mucho el tiempo de exposición y la dosis de radiación
del paciente. Contenían dos tubos de rayos X (el tubo A y el B), que emitían la
radiación. Cuarta generación C, puede llamarse este grupo de tomógrafos.
La quinta generación de los tomógrafos computarizados
llegó en el año 2010. Brindaban mayor calidad de imagen y menor dosis de
radiación. Tenían entre 128 y 256 detectores. Su tiempo de adquisición de
imágenes era menor que el de las generaciones previas. Mayor exactitud en las
reconstrucciones en tres dimensiones (los cortes eran más definidos y la
resolución era mayor).
En 2018 surgió la sexta generación de tomógrafos computarizados.
Poseen hasta 320 detectores. Algunos tomógrafos son realmente portátiles. El
software posee inteligencia artificial (IA). Mayor velocidad y mayor
resolución. Consumen menos energía. No se calientan. Son más pequeños y más
fácil de manejar.
Desde los rayos X de Roentgen hasta el año 2023 hemos
avanzado desde el haz planar (un solo rayo) hasta la TAC, el haz de rayos, el
corte seccional, la imagen axial, los múltiples rayos y múltiples detectores
(desde el chasis hasta los diminutos y sensibles detectores), para producir reconstrucciones multiplanares, imágenes tridimensionales y virtuales.
Managua,
Nicaragua, 26 de diciembre de 2022
Colegio Nicaragüense de Radiología
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